Por antigua tradición no se confieren títulos al Papa (ni caballerescos ni nobles), esto se debe a que su dignidad está por encima de todo honor, de hecho todos los honores descienden de él.
El Santo Padre como soberano y Gran Maestre de varias Órdenes no ostenta sobre su vestimenta ningún grado.
Quien ha recibido honores y se convierte en pontífice pierde automáticamente todos los honores recibidos, ya que son sustituidos por el título de Sumo Pontífice.