La Nobleza y Títulos Nobiliarios, en origen era uno de los tres estamentos del Antiguo Régimen, junto al Clero y el Tercer Estado (el Pueblo). De origen guerrero, la nobleza se origina en la defensa del territorio y el reino. Aquellas personas fueron reconocidos por los respectivos Reyes o Papas, en la Edad Media, con el reconocimiento de su nobleza personal o la de su linaje (conforme a los Privilegios de Concesión).
Todos los descendientes de aquellos caballeros, que conforman su linaje, han heredado la condición noble a pesar de (en muchos casos) haberse olvidado con el paso de los siglos. Aunque podemos suponer que los nobles tenía riquezas no siempre es así pues con el paso del tiempo las perdían o en otros casos tenían bienes modestos (como es el caso de los hidalgos del norte de España).
Por otro lado, están los Títulos de Nobleza o Títulos del Reino que componen la Nobleza Titulada. Los títulos nobiliarios son una recompensa que el Rey da a una persona por excepcionales méritos en favor de la Corona y el Reino. En la actualidad, en España existen unos aproximados 2.800 títulos en vigor.
Nobleza no titulada y los Hidalgos
La forma de acreditar la nobleza no titulada o la hidalguía de una persona es realizar un árbol genealógico de la familia con la que se entronque (por línea recta de varón) con un miembro del estamento noble. En algunos casos, excepcionales, la nobleza se transmitía por vía de mujer (si así lo había prescrito el Rey en el momento de la concesión), un caso así es el del Solar de Valdeosera.
Por tanto, vemos que la importancia de la Genealogía es fundamental para trazar la posesión de la Nobleza en una determinada familia o linaje nobiliario.
En la actualidad en España varios cientos de miles de personas que, sin poseer un título nobiliario, descienden de quienes formaban parte de la nobleza en el Antiguo Régimen. Muchas de ellas ignoran tal circunstancia, pues las familias han ido perdiendo progresivamente su sentido del linaje y, además, la cultura moderna no favorece las tradiciones y la memoria familiar.
Un porcentaje muy minoritario de estas personas han decidido formar parte de las órdenes militares y corporaciones nobiliarias, único medio de acreditar la nobleza en la sociedad de nuestro tiempo junto con las certificaciones de nobleza expedidas por un Cronista-Rey de Armas.
Certificación de Armas y de Nobleza
Algunas de estas corporaciones han sobrevivido a pesar de diversas vicisitudes o problemas hasta la actualidad: A título de ejemplo podemos citar las órdenes militares de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa, el Real Cuerpo de la Nobleza de Madrid, las Reales Maestranzas, las cofradías nobiliarias y varios Solares.
Otra parte importante de estas corporaciones han sido constituidas después de 1836, fecha en la que desaparecieron definitivamente las pruebas de nobleza para acceder a la Administración y que los historiadores han tomado como referencia de la llamada confusión de estados.
Ingreso en Corporaciones Nobiliarias
Todavía, a finales del siglo XX e inicios del siglo XXI, se siguen creando corporaciones de este tipo. Algunas son, en su fundación, plenamente legítimas y otras no lo son. Por ello hay que analizar caso por caso. Se debe tener presente que en la actualidad no existe una regulación oficial de estas corporaciones en España.
En general, para el ingreso en las órdenes y corporaciones nobiliarias se suelen exigir como requisitos la prueba de nobleza del linaje familiar por la vía del primer apellido, o de los dos o cuatro primeros, además de otras condiciones como pueden ser la mayoría de edad, una conducta ejemplar o cierta posición social.
La mayoría de las corporaciones exigen también la legitimidad, que implica que la filiación sea por naturaleza (nunca por adopción) y generada en constante Matrimonio Canónico, y el haber sido bautizado.
Como puede fácilmente comprenderse, la apreciación de la prueba nobiliaria requiere profundos conocimientos de genealogía, derecho histórico y de las técnicas historiográficas más solventes. Si usted quiere ingresar en alguna de ellas, sabiendo de la nobleza de su origen nosotros podemos ayudarle a tramitar su expediente de ingreso. Le invitamos a que nos CONTACTE para solicitar nuestra ayuda.
Títulos Nobiliarios o de Nobleza
Los Títulos Nobiliarios o Títulos de Nobleza son un modo que tiene la Corona de manifestar su gratitud y reconocimiento a ciertas personas, por motivos variados: servicios al país, méritos profesionales o científicos, logros en diferentes ámbitos de la cultura, homenaje a la memoria de algún antepasado, etc.
En la actualidad los títulos no llevan aparejado ningún tipo de privilegio ni prebenda. Hace siglos se les eximía de pagar impuestos, se les concedían tierras y otras gracias . Hoy son considerados simplemente distinciones honoríficas.
Los títulos pueden ser concedidos de forma vitalicia (se extinguen a la muerte del titular) o de forma hereditaria. Estos últimos se transmiten conforme a las reglas establecidas en su carta de concesión. De forma general, desde la Ley 33/2006 de 30 de octubre sobre igualdad del hombre y la mujer en el orden de sucesión de los títulos nobiliarios, sin importar lo que indique la Carta de Concesión se aplica el principio de primogenitura, sin importar el sexo, en la sucesión.
La Grandeza de España es la dignidad máxima de la nobleza española, inmediatamente después de la de Infante, que es la que corresponde a los hijos del Rey y del Príncipe o Princesa Heredero.
La Grandeza está asociada a todos los Ducados y puede acompañar también a los demás títulos de inferior categoría: Marqués, Conde, Vizconde, Barón y Señor.